Así Como Prospera Mi Alma

von: Jenily Silva

BookBaby, 2016

ISBN: 9781483569178 , 90 Seiten

Format: ePUB

Kopierschutz: frei

Windows PC,Mac OSX geeignet für alle DRM-fähigen eReader Apple iPad, Android Tablet PC's Apple iPod touch, iPhone und Android Smartphones

Preis: 10,39 EUR

Mehr zum Inhalt

Así Como Prospera Mi Alma


 

INTRODUCCIÓN
Para que nuestras almas sean prosperadas debemos salir
del cautiverio, y las carencias son el primer
síntoma de cautiverio.
Recuerdo que en nuestros primeros siete años de casados solíamos tener muchos problemas en nuestro matrimonio; y más temprano que tarde descubrí que muchas de las cosas que yo esperaba de mi esposo eran vacíos que sólo Dios podía llenar, lo que me llevó a entender que pretender o esperar que una persona sea quien sacie esas necesidades a la larga se convertirán en falsas expectativas.
Nada daña más una relación que tener falsas expectativas, esto no sólo te hace cautivo a ti, (pues nunca hallarás satisfacción, agrado y/o agradecimiento con ningún gesto o expresión de amor o servicio que la otra persona haga por ti) sino que aparte haces cautiva a la otra persona, quien nunca termina de entender qué puede hacer para agradarte y complacerte.
En lo personal yo tenía carencias de un Padre Celestial, pues no lo había conocido desde la dimensión del amor; tenía malas experiencias con la muerte de mi madre, además mi mamá fue una mujer que lastimosamente vivió una vida gobernada por el miedo, su forma de corrección era a través del temor “no hagas eso que te va a castigar Dios”. Su manera de protección era infundiendo miedo, “No quiero que manejes bicicleta, así nunca te caerás” “No quiero que tengas ningún tipo de actividades extracurriculares, te pueden secuestrar.”
Estudié en un colegio estricto en extremo, al punto que cuando el director o su hermano caminaban por el patio y sus alrededores la gente se dispersaba para no tropezarles, pues para ese entonces los padres asociaban la buena educación con la severidad y el trabajo pesado. ¡Gracias a Dios eso ha cambiado! ¡Eso era esclavitud!
A veces creemos que porque nuestros hijos invierten 13 horas diarias estudiando, distribuidos entre el colegio, tareas y actividades dirigidas, esto les hará más inteligentes, y lo que estamos reproduciendo es una estructura mental de esclavitud, personas con la concepción de ocupados; les estamos presentando un sistema contrario al Reino de Dios.
Antiguamente nuestros padres creían que en la severidad de la enseñanza y lo estricto de un régimen nos daría carácter, pero eso sólo enseña obediencia desde el temor, y ese tipo de obediencia pronto se transforma en rebeldía, pues en la primera oportunidad el niño se dará cuenta que no importa cuánto trate, siempre algo faltará, desencadenando en él una falta de amor al aprendizaje, ya que lo asociará con una obligación que le priva de la libertad.
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas
las cosas, y que tengas salud, así como
prospera tu alma.”
(3 Juan 1:2)
En este verso Dios nos dice que desea que seamos prosperados en “todas las cosas”, pero también dice que tu alma sea prosperada, conectándolo así con el aspecto de la bonanza en el ámbito de nuestra salud física. Evidentemente nuestra alma se enlaza con nuestro cuerpo; pero…¿qué hay en nuestra alma, nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestra voluntad? todo esto for-man los rasgos de nuestra identidad.
Cuando Jesús anunció a sus discípulos que su muerte se aproximaba, les dijo en Juan 14:1 “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.” La versión Reina Valera dice “no se turben” y la versión en inglés se traduciría algo como “no dejes que tu corazón sea de tropiezo, confía en mí.”
Esta petición de Jesús cobra mayor significado si entendemos y nos ponemos en los zapatos de sus discípulos, ellos lo habían dejado todo por seguirle y están a punto de experimentar una de las horas más oscuras de sus vidas y aun así se les comanda que no se angustien, turben o permitan que su corazón, es decir “emociones” sean de tropiezo.
Jesús no era un Maestro injusto, por lo tanto Él no le pediría a sus discípulos, y por ende a nosotros, algo que no podamos hacer.
Si nos pide que no nos angustiemos en los momentos más difíciles es porque por medio de Su Espíritu y Palabra estamos capacitados y dotados para hacerlo.
Ahora bien, ¿cómo he aprendido a saciar las carencias en mi vida personal y superar el cautiverio en el cual me encontraba inmersa?
Sin la revelación del amor de Dios no hay una íntima relación con Él, lo que queda es legalismo y religiosidad, y con esa mentalidad todo lo tratarás de hacer en tus fuerzas y no por la confianza puesta en Dios.
Las 3 Dimensiones De La Prosperidad En Tu Alma
Cuando Dios nos dice que desea que nuestras almas prosperen es porque va a trabajar en ellas en tres dimensiones:
1.En la dimensión de la renovación de nuestros pensamientos. Sobre esto les comentaré más adelante, haciendo especial mención en mi tendencia al perfeccionismo.
2.Trayendo sanidad a nuestras emociones y experiencias pasadas, de tal forma que pueda haber liberación de fuertes ataduras que tú ni sabias que tenías, trayendo así sanidad interior. En mi caso el Espíritu Santo me mostró de dónde venían mis temores y fue cuando comprendí que fui formada en un sistema de temor, (como les comenté en unos párrafos anteriores) mas yo no lo sabía, yo creía que era algo que había nacido conmigo, no pensé que era algo transferido por mi mamá y el sistema socio-cultural en el que me crié. Pasé años leyendo libros de autoayuda y me reclamaba a mi misma por no ser valiente, me reprochaba no poder conquistar esos temores, pero luego Dios empezó a ministrarme y a mostrarme en mi tiempo de intimidad cómo mis experiencias pasadas crearon ataduras y con los años estas formaron en mí módulos de pensamientos o fortalezas que yo no sabía que tenía. Para conquistarlos debía delimitar las tinieblas, no sólo para mi vida sino para la de mi hija, de forma tal que no la entrenara como mi mamá lo hizo conmigo.
3.Finalmente, Dios quiere formar tu carácter por medio de tu voluntad y libre albedrío.
La obediencia es la máxima expresión de amor y agradecimiento hacia Dios.
Con todo esto, Dios quiere trabajar en nuestra alma para darnos verdadera identidad, aunque de esto ahondaremos más adelante, lo que si les puedo decir es que sólo la Palabra de Dios nos trasfiere el ADN celestial con el que fuimos adoptados por la Sangre preciosa del Cordero de Dios.
En conclusión, podemos identificar cuando estamos cautivos espiritualmente si tenemos en nuestras vidas algunos de los siguientes síntomas:
1.Falsas expectativas y perfeccionismo
2.Carencias (espirituales y emocionales)
3.Cuando desconocemos nuestra identidad como hijos y herederos
4.Cuando trabajamos bajo nuestra propia voluntad y no la sometemos a la voluntad del Padre.
Camino a Damasco
Me encontraba lejos de mi hogar pero a sólo unas cuantas millas de distancia de aquel lugar al que me había propuesto llegar. Como siempre escogí la vía menos transitada, pero con los mejores paisajes y atardeceres. Escogí el silencio ensordecedor como compañero y un café latte doble como copiloto. Y así, con mis maletas cargadas de sueños, una agenda repleta de actividades, una fecha de ida y de retorno, un atardecer de ensueño y mi música preferida, me dispuse a hacer este viaje, mi última parada se llamaba ¨destino.¨
Repentinamente mi vista empieza a fallar, así que disminuyo la velocidad y golpeo mi cara, dándome palmadas para cachetear el sueño y el cansancio. Continúo manejando unas cuantas millas más, pero ya mi ceguera fue absoluta. Lo próximo que recuerdo esque estoy tirada en el piso, sin heridas, rasguños ni vista. Mis pupilas dilatadas, tratan de hallar un rayo de luz; y mi mente agitada sólo piensa “Si tan sólo lograra llegar a mi lugar de destino. ¡Estoy tan cerca!”
Pasan las horas, y el sol al parecer estaba enfurecido con la madre naturaleza, ambos escogieron el momento menos oportuno para armar un berrinche que hace arder mis...